Herminia, una mamá con todas las letras

Por Pamela Barría.- (Gentileza de Margarita Maldonado).- Mi abuelo se llamaba Antonio Vera Mayorga con trece años, viene de Osorno (Chile), llegando a la isla en 1886 en el barco a cargo del capitán José Marzano, donde también venían el padre JoséFagnano, el Dr. Polidoro Seguel, el explorador Ramón Lista. Atracan en Ot’ykwen (Bahía San Sebastián) donde se da el primer enfrentamiento con nuestros Shelk’nam, y que da origen a la conmemoración que el25 de noviembre, día del Indígena Fueguino.


En ese momento llegan a parar a lo que hoy conocemos como Tolhuin, allí estuvo una de las primeras misiones, después se vinieron cerca de Viamonte a Río Fuego; lugar por donde conoce a mi abuela Ylloyen, quien nació en Bahía Tetis el años1904 y que fuera bautizada cuando tenía tres años (Acta N°26). Se conocen y luego se casan en Viamonte; nacen mis tíos Norberto y Alejandro uno en un lugar cerquita arriba de Viamonte, que es en el puesto Satal y Tonite. De allí se van a vivir al puesto Baño Chico, el cual está a 12 km. hacia el Este de la Estancia. En esa casita nace mi mamá Herminia en el año 1922. Mi abuelo trabajaba de amansador y campañista en Viamonte. Mi abuela fallece a los 26 años, el 8 de noviembre de 1923 estando embarazada; a causa de una neumonía; dejando a Hermilia con un año y 40 días de nacida.
En ese momento mamá queda solita, ya que el abuelo tenía que trabajar para mantenerla, es por ello que queda al cuidado de Santiago Rupatini que tenía hijas y era un hombre Selk’nam, pero ya vestido con ropa, le habían cambiado su forma de vida.
Con cinco o seis años la trasladan al puesto Entre Ríos, que está más arriba de la estancia Viamonte, allí queda al cuidado de Matilde, una mujer Selk’nam, en el cual ellas se comunicaban en idioma Selk’nam, por ello no hablaba casi otra lengua, por ello era poca la comunicación con el abuelo cuando la iba a ver, ya que se veían poco por el trabajo. La envía a Punta Arenas, donde no entra a las monjas porque estaban de vacaciones, pero estuvo en esa ciudad menos de un año, la vuelve a buscar porque ella se quería venir, ya que la familia que la llevó la maltrataba mucho. Va por ella e ingresa a la Misión teniendo 10 añitos, donde está hasta los 19 años.

Herminia en la Misión Salesiana.

Comienza su historia

En la Misión Salesiana fue la primera vez que ve a mi papá José Dario Maldonado (nació en Isla Huar – Chile), ya que él trabajaba en máquinas. Ellos se casan en la Misión Salesiana, pero vivían en Río Grande, le dan diez hijos a ésta tierra, ellos son comenzando por la mayor: Luisa Etelvina, Gloria Matilde, María Eulalia, Manuel Antonio, Rubén Darío, José Alejandro, Víctor Manuel, Margarita Angélica, Estela Maris, Rosa Herminia.
Mi papá siempre fue mecánico, trabajo en la Cooperativa Eléctrica, que en esa época era la Usina y estaba en Rivadavia y San Martín; fue uno de los primeros empleados de Pinola y Martínez. Mi mamá se dedicó a cuidarnos, a crecernos y a trabajar como negra de sol a sol para poder crecernos.
Mi nacimiento fue en el BIM N°5, y para ese entonces vivíamos en Moyano N°468 (entre Rivadavia y Belgrano), esa casa tiene mi edad 65 años. Eran épocas muy duras. En invierno era romper el hielo y la nieve para tener agua; después pusieron una canilla y nosotros íbamos a buscar agua con mi hermana Estela Maris, a dos cuadras de casa, donde hoy en día la casa de la familia Caicheo, en la calle Tomás Espora y Moyano; mamá nos dabaun palo y nos ponía las dos latitas de aceite; en el invierno, cuando se escarchaba había que hacer cola, ya que era todo vidrio entre 40 a 50 cm. de hielo había; cuando volvíamos con el agua veníamos jugando y llegábamos con la mitad del tarro de agua, y teníamos que ir de vuelta a buscar más agua. Teníamos tachos con leña, mucho después tuvimos estufa; no había gas, no había luz. Pero eran épocas muy complicadas, nosotros sufrimos realmente la pobreza; cuando hoy dicen somos pobres, pero, para mi pobreza es no tener que comer; y nosotros la pasamos. Mamá venía de trabajar, ella siempre trabajo de empleada, limpiar piso, limpiar casas, planchar, lavaba los overoles de las empresas petroleras; que siempre lo cuento, ya que para mí ha sido un ejemplo de vida, y una de las cosas que siempre recuerdo, es nunca a verla visto acostada durmiendo; nos levantábamos y ya estaba despierta, nos acostábamos y quedaba levantada. Les traían los overoles llenos de petróleo, barro y agua; ella colocaba los tachitos de agua a hervir y de allí los echaba a los fuentones, esos grandes de aluminio, con la tabla de madera, el cepillo y el jabón en polvo, que tenía un olor de feo; con todo esto, ella cepillaba varias veces. Nosotros éramos las centrifugas de ella, porque, ella de una punta y nos decía agarren fuerte y como éramos chicas y no teníamos mucha fuerza; ella lo comenzaba a estirar e iba torciendo, torciendo; no sé qué hacía con ellos después, pero al levantarnos estaban todos los overoles, que parecía de negocio; y lo hacía sin tener plancha eléctrica, ya que había, que calentar la plancha de fierro arriba de la estufa.
Muchas mujeres, entre ellas, Margarita, que era muy amiga de ella, la mamá de Silvia y Nancy Lokuicich; nos decía: la Herminia, cuando la iba a visitar, jamás sentimos un olor feo en casa, tenía los pisos de madera blancos y eso que eran un montón de chicos, los pañales todos colgados, en el invierno para que sequen a dentro de la casa.

Esta foto fue obsequiada a mi madre, en el Museo Mayorino Borgatello Punta Arenas – Chile, año 2003, y mi madre le dio todos los nombres de cada una de las niñas y religiosas, ya que ella recordaba que muchas veces las había fotografiado, pero jamás las vio. Misión Salesiana de Río Grande – Tierra del Fuego. Año 1937 aproximadamente. Paula, Anita Oray, Kiepja, Elvira Oray, Berta Metete, Adela Parra, Raquel “traída de regreso de la Isla Dawson Rep. de Chile”, Auristela Barrientos “fue esposa de don Nolberto Vera”, Victoria Filhander, Pilar Núñez, hermanito de pilar, Ernesto Rupatini hija de Santiago, mamá de esta no se acordaba, Cecilia Oray, mamá no se acordaba, Luisa Filhander, Elena Gonzales, Petronila “traída de regreso de la Isla Dawson Rep. de Chile”, religiosa Felicita Genoni “Directora de la Misión Salesiana en ese momento”, Ricardo hijo de Cándida, Rosa, Renata “traída de regreso de la Isla Dawson Rep. de Chile”, ErenstaRupatini hija de Santiango, Elisa Vicic, Rafaela Ishton, Luisa Nelson hija de Loig, Olga Toyi, religiosa Rosario Zapata.

Nuestra niñez

Lo que disfrutábamos mucho porque teníamos gallinas y las quintas; gracias a eso teníamos verduras; las cáscaras no se tiraban, nada se tiraba, porque algunas cosas iban a la quinta y si no le hervía para las gallinas, todas las verduras y le mezclaba con maíz. Comíamos los huevitos y cuando habían comíamos pollo; “si la gallina estaba vieja esta para la olla” y hacía cazuela de gallina; las cuales agarraba del cogote y tac las tiraba y quedaba con el cogote colgando.
Cuando mamá decía que estaban por nacer los pollitos, nos íbamos a esperar que nacieran sentadas en el gallinero arriba de la viruta (que buscábamos donde Álamo, la que normalmente perdíamos la mitad de nuestra bolsada en el camino), y nos decía que no hablemos, que no hagamos ruido, qué cómo pueden aguantar allí, pero para nosotras era tanta la emoción que no nos importaba.
Cuando los pollitos andaban en el patio los salíamos a correr y los agarrábamos, y mamá nos decía: no los agarren porque se iban a empiojar, y si se empiojabamos. Había unas latas amarillas grandotas con un polvo blanco y tenía un agujerito, había que levantarles las alitas a los pollitos, presionar la lata y hacer como que fuera un desodorante para matar los bichitos. Nos gustaban las gallinas, pero nos decía que estaba bien, pero que teníamos que limpiar, lo cual era sacar toda la caca de gallina, lo cual se llevaba a la quinta, ya que nos decía que había que dárselo a la tierra porque hay que abonar la tierra; y después le colocábamos viruta en el gallinero. De esta forma aprendimos a ganarlos el pan dignamente trabajando, lo cual he ido enseñándole a mis hijos y nietos; que nada es fácil, que todo es parte de la vida.
De chicas para ir a la escuela María Auxiliadora, porque ella quería que fuéremos a las monjas, ya que ellas habían sido familia, su mamá, su hogar la Misión Salesiana (porque fue el lugar que la acogió, más allá que el abuelo pagaba para que ella estuviera, no estaba gratis); a donde para llegar debíamos ir agarrándonos de los cercos debido a los fuertes temporales.
Ella trabajo en María Auxiliadora; en la biblioteca Smith, donde nosotros fuimos parte de ese trabajo con ella, por eso siempre digo, que nosotras aprendimos a trabajar desde muy chicas jugando, sin darnos cuenta que ella nos estaba dejando un legado, una historia; de lo cual te das cuenta cuando eres grande. Para ser una persona que no tuvo a su mamá, mi mamá fue una mamá con todas las letras; las monjitas le entregaron mucho amor, pero ya mi mamá era así; ella siempre hablaba mucho de mi abuelo Antonio, de que era muy bueno, siempre nos han dicho a todos, no se olviden que el 4 de agosto es el aniversario de papá; ella amaba a su papá y nos contaba la paciencia que nos tenía; dice que nos alzaba, nos paseaba y nos dormía. Mi madre fallece el 5 de julio de 2014.

El abuelo en 1914, con 21 años, foto que le da don Adrian Goodall, Raquel Apolinar me tradujo lo que estaba escrito detrás en inglés, la foto la sacó la mamá de don Adrián Goodall, osea, la Sra. Clarita; ella era amante de los caballos. “Antonio Vera, nacido en Chile, pero trabajó muchos años para nosotros, montado en el padrillo puro árabe “Turquí”, nacido en Viamonte, hijo de Busora, servida por Jar; los dos importados por papá. 1914 desde Carba, su rey Inglaterra. Su Rey es un condado inglés, al sur de Inglaterra.

Anécdotas

Ella contaba que cuando estaba en el puesto Entre Ríos, con unos seis u ocho añitos, más no; dice que ella estaba jugando y escucha un ruido de árboles, entonces queda mirando y ve un caballo con ramas, y no sabía que era; cuando le cuenta a Matilde y la lleva para mostrarle, ya no estaba el caballo; entonces, la trata de mentirosa. Después con los años hicieron en el museo armaron la línea del tiempo, y en el año 1947 creo que dice, trajeron dos o tres parejas de ciervos (venado), después no se sabe qué pasó con ellos; aunque las noticias en internet dicen que no pudieron sobrevivir al clima. Si nos ponemos a pensar, mi mamá en esos años era muy chiquita y no coincida lo que ella cuenta por la época; pero ella los vio antes.

Enseñanzas

En la Misión Angela Loig le enseñó a recolectar huevos, de hecho, nosotros íbamos con Angela a buscar donde hoy está la UTN; huevos de avutarda, la esposa del kaiken (tienen plumas blancas con negro y es quien cuida el nido para que la avutarda se alimente). Salían en grupos, en verano y les decía que, si había más de tres huevos, estaban güeros, entonces había que romper uno. Esto lo hacía sin que las monjitas las vieras, porque no lo iban a entender, ya que era una tradición de su pueblo; porque si hay un huevo ya güero, es que los otros dos ya no se tocan, porque si los sacas sin probarlos y te los llevas, terminas tirándolos. En lengua Selk’nam avutarda es Har, es por ello que don Segundo Arteaga siempre decía que mi mamá era Har, porque ella siempre andaba con todos sus pichones.
También aprendimos a recolectar mutilla, que es roja, chiquita, rastrera y crece cerca del mar. Para los peces, Angela se arremangaba, ponía la mano en el río Candelaria y sacaba los peces con la mano. Cuanta abundancia había en aquellos años; hoy sólo mugre puedes sacar de aquellos lugares. Antes se tomaba agua del río, te ponías panza abajo y tomábamos como los caballos imitándolos, o con las manos.

Nuestro viaje a Punta Arenas

En el año 2003 voy con mi mamá con 80 años de edad, al Museo Mayorino Borgatello a Punta Arenas, ya que había encontrado fotos donde estaba ella; pero al hablar con el padre Cirilo Salvatore, quien grabaría dicha conversación para no perder información alguna; dijo que tenía más fotos. Le mostraron seis fotos, que le regalaron, y en esas fotos ella está en todas, y ella se acordaba de todos los momentos, de los lugares y de cómo las vestían para la ocasión, a veces tipo militar, en otra con vestidito a cuadritos. Ella le da el nombre al padre, de una de las fotos, donde 36 personas y ella dijo el nombre de todas, una por una y de las hermanas; entre quienes estaba Rafaela Ishton, AngelaLoig, Kiepja con toda su familia, Auristela Barrientos, Pilar Nuñez, hermanitas Filhander, Raquela (quien vino de la isla Dawson), Petronila, Candida, Elisa Visic (quien fuera la mejor amiga de mi mamá, a quien nombra en sus relatos, ya que tengo muchos audios de mi mamá, ella amaba a la Elisa, a quien decían era la única mujer no nativa). El padre estaba muy feliz de por fin podría saber quiénes estaban en dichas imágenes, ya que su epígrafe era muy escueto.

Publicado en Ráfagas Patagónicas 2022.

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