Por Pamela Barría.- (Gentileza “Pepe” Pedro Epifanio Cárcamo Pallagüala) Mi papá eraEpifanio Cárcamo Saldivia, quien llega por el año 1935 desde Yutuy, Chiloé (Chile); entró por el lado de Santa Cruz caminando, demoró tres meses llegar a la Tierra del Fuego. Vuelve a Chile para hacer su servicio militar, para luego volver, a mi mamá María de Gracia Pallagüala Barrientos la conoce en Chiloé, se casaron y a los pocos años la trae a la isla.
Mi mamá era modista de profesión, se dedicaba a hacer ropa, reparar pantalones, la ropa de la gente de la Estancia. Entre las anécdotas que ella tiene, es haberle hecho el vestido de novia a la Sra. de Mingo Gutiérrez cuando se casó por primera vez.
En sus primero años estuvo laburando en el Frigorífico CAP, donde era ayudante de cocina, hacía tarea generales; cuando se terminó la faena, como era muy amigo de Julio Andrade (papá de “Cano” Andrade), que tenía el hotel en Libertad y Perito Moreno (en la esquina); le consigue para que vaya a trabajar a la estancia María Behety, donde ingresa como ayudante de cocina, después de unos meses ante una situación con el cocinero de la Estancia, quien de la noche a la mañana se fue; entonces lo van a buscar a mi viejo para ver si se animaba a cocinar para toda la gente, allí trabajo uno o dos años; de allí se va a laburar a Flamenco como cocinero, donde estuvo 28 años; se retira de ésta Estancia y se va a trabajar con Patricio Ubiernes que era Administrador de la estancia Cullén, se jubiló, pero siguió trabajando diez años más en ésta Estancia; hasta que decide irse a vivir a Punta Arenas, donde tenía una casa que en su momento había comprado para que yo vaya a estudiar. Allá estuvo hasta hace unos nueve años, ya que enfermó y me lo traigo a Río Grande, donde estuvo dos años, para luego fallecer. Mi madre había fallecido hacía algunos años en Punta Arenas.
“Pepe” junto a sus padres en Punta Arenas.
En su momento me mandan a estudiar a Punta Arenas (Chile) en compañía de mi mamá. Los primeros años hasta 5to. año los hice en el Instituto Don Bosco, después termine 9no. en la Escuela N°1 (que estaba al lado del Correo); después hice hasta 2do. año en la Escuela Industrial, donde estudie electromecánica; cuando me doy cuenta que no era mi vocación, y cansado que estaba de estudiar, ni me gustaba mucho lo referente a los cuadernos. Entonces decidí no estudiar más y en una de las vacaciones que vine, le dije a ami viejo que no iba a estudiar más y me quedé; aunque mi papá no quería saber nada; esto fue allá por el año 1974. Mi madre se había venido unos dos años antes, con lo cual yo estaba sólo estudiando y tenía un apoderado en el Colegio.
Cuando llegue comencé a laburar en Flamenco en tareas generales, aprendí a manejar los tractores, hice muchas pasturas aquellos años. Todavía no cumplía los 17 años y tuve la suerte que me hiciera la emancipación, y pude sacar el carnet de conductor; allí estuve hasta el año 1976. Después comienzo a trabajar por algunos años en una empresa petrolera; para luego comenzar a viajar hacia el norte con camiones hacia Buenos Aires. Hasta que por el año 1989, me bajo del camión y estuve laburando de en la Rectificadora de Santiago Musin, donde estuve de encargado hasta el año 1996; en el gas en el 1997 y en 1999 comienzo a trabajar en Vialidad Provincial hasta la fecha.
Con mi primera compañera (porque nunca me case) tuve dos hijos de los cuales uno falleció, creí dos hijos más de ella.
Mi actual compañera es Margarita, con quien llevamos viviendo más de 20 años, con quien sólo tenemos hijos y nietos del corazón.
Anécdotas
En los primeros años cuando estudiaba y volvía de las vacaciones nos íbamos en una camioneta carrozada que tenía Mejoral Saldivia; después comenzó “China” Senkovic viajar a Porvenir, pero también se podía viajar en avión que había directo a Punta Arenas a en un Fokker. Hubieron como dos años que no dejaban entrar a Río Grande aviones chilenos, entonces llegaban hasta la frontera de San Sebastián (Tama); entonces nos llevaban en colectivo, algunos con Senkovic, los que tomábamos el avión nos bajábamos en San Sebastián de subíamos al avión y los que no podían tomar el avión seguían viaje hasta Porvenir y de allí cruzar la barcaza, como se sigue haciendo hasta el día de hoy.
Cuando las barcazas estaban todas en primera angostura, y cuando se quería cruzar de Porvenir a Punta Arenas, lo hacíamos en goletas, recuerdo que había una que se llamaba “La Gaviota”, y que una noche salimos de Puerto Porvenir como a las 7 de la tarde, nos agarró un temporal de viento en la mitad del Estrecho y llegamos al otro día a las 8 de la mañana a Punta Arenas, pero dejamos hasta el apellido, el alma, el estómago allá adentro. Eran todos veleritos chicos íbamos seis o siete personas.
Publicado en Ráfagas Patagónicas 2022.